¡Igualdad! ¡Fraternidad! ¡Libertad! ¡Qué bonitas palabras!
A día de hoy, os juro que me encuentro afixiado, agobiado, y sobre todo...muy muy quemado. No se en que momento se me pasó por la cabeza colaborar en la organización del viaje de fin de estudios de mi promoción, pero creo que es de las peores decisiones que he tomado en mi vida. La gente que me conoce de toda la vida, dice que soy "el fregaos", porque desde chiquitito me ha gustado siempre en todas las movidas de organizaciones y cosas del estilo (es que tengo alma de manager).
El caso es que nuestros destinos principales han sido siempre los típicos: Riviera Maya y Punta Cana; yo me declaré, me declaro y me declararé fiel seguido de Punta Cana, entre otras muchas razones, porque es más barato, y porque de viaje de estudios me voy a pasarmelo bien y a hacer el loco, no ha culturizarme, ya que creo que con 22 años, tengo algo de vida por delante como para hacer otro tipo de viajes.
Por lo tanto, despues de votaciones para las votaciones, de 3 ó 4 (ya he perdido la cuenta) votaciones, a la única conclusión que hemos llegado, es que no queremos admitir, que no se nos puede poner en de acuerdo. Parece que nos duele admitirlo, no se porqué.
¿Por qué tanta división?Realmente no la entiendo, o quizás si la entienda y no la comparta. Por un lado, tenemos un grupo que parece ser que no valora nada el dinero, por lo tanto no le basta sólo con ir a Riviera que es un destino más caro que Punta Cana, si no que encima de todo, elige ir al hotel más caro, ¡como si todos fuesemos ricos!. Y para ello, hacemos uso de la palabra "total". Si si, creedme, decimos: si ya has ahorrado 800, total que te cuesta ahorrar 850; pero no solo con eso, decimos: "si ya has ahorrado 850, total que trabajo te cuesta 900". Total, un show.
Por el otro lado, tenemos la ópción cultural, que es ir a ver unas ruinas, para lo que te tienes que pegar tres horas y media de autobus, pasando calor y sin comer ni beber, te haces unas foticos y despues vuelta; ¡¡¡y por eso hay que pagar!!!; y yo me pregunto a mi mismo...¿me merece la pena pagar 100 € más, o 20 € euros más, si yo no quiero ir a ver esas ruinas durante mi viaje de estudios?
Ya para terminar, otra cosa que me deja bastante de piedra, es el sentimiento de hermandad, que de repente ha aparecido en la clase. Cierto es que yo estuve el año pasado fuera; pero que aún así no perdí el contacto con la gente de aqui. Y todo el mundo me comentaba lo de siempre, que si la competitividad, que si se la gente se hace zancadillas los unos a los otros, que si este no me deja esto, que si me ha dicho o no me ha dicho lo otro. Y ahora, de repente, la gente se cabrean con la ópcion de división para que asi todo el mundo esté contento, ya que ellos quiere ir con gente con la que solo comentas al día o a la semana: "hola, ¿que tal?".
Yo ya no se que pensar...que sea lo que quiera la vida que sea.
