05 mayo 2008

Decisiones decisiones

Ahora que se acerca cada vez más el 16 de Junio, fecha en la que terminaré (a falta del proyecto, que será relajadamente para el año que viene) la titulación de Ingeniería en Telecomunicación; empiezo a pesar más en si acerte a la hora de elegir la carrera, y la verdad es que tengo razones para pensar que efectivamente hice bien y otras para optar por lo contrario.
¿Por qué elegí bien? (Creo yo), pues porque desde siempre me he sentido muy atraido por las nuevas tecnologías, porque me despiertan muchisima curiosidad, porque nunca dejas de aprender algo nuevo, porque encontre a grandisimos amigos, a los que mantengo a pesar de los kilómetros, porque encontre a mi peteña, y porque me dió la posibilidad de irme de Erasmus y viajar mucho.
¿Y por qué no? Pues por la competitividad, por los envidiosos, por los pelotas, por los ambiciosos y aquellos que prefieren demostrar antes a los demás sus resultados antes que a sí mismos, por aquellos que sólo viven para compararse con los demás. Por ese profesorado que sólo ha ayudado a increpar el mal rollo dejandose pelotear y ayudando a la competición. Por no ser un carrera en la que te puedan valorar bien haciendo un simple examén. Por las frustraciones de horas de estudio y bajos o nulos resultados. Por el estres...
Esta ida de cabeza mía viene a raiz de un articulo que he leido hoy en El Pais y que me ha hecho pensar en este tipo de cosas. Sé de buena tinta que hay gente que piensa como yo. Incluso habrá algunos que crean que piensan como yo cuando son los "responsables" (con sus matices por supuesto) de que yo dude acerca de si acerté de carrera.

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